De los creadores de “Como la vida misma” y “Ya lo había oído”. LLega : “Juicio Interior. Again”.

Una película de terror, en la que el único protagonista se enfrenta diariamente a jucios sumarios cada vez que trata de avanzar en la vida, o cuando quiere lograr un sueño, o cuando se anima a emprender o desarrllar un proyecto. Tras el éxito de  “Juicio interior. Ya la estas liando de nuevo” , “Juicio Interior: Como se te ocurre repetirlo con la que liaste la última vez” , ” Juicio Interior:¿¿¿y que pretendes???” y “Juicio Interior.  ¿A quién vas a engañar. Será un desatre” LLega esta última edición, que esperemos que cierre la saga, o que al menos vaya perdiendo fuerza

Y si, es una broma, pero el otro día preparando una sesión para un curso que hablaba del talento, me encontré que había hecho una slide de lo más tenebrosa para hablar del juicio interior.

Y es que sí. El juicio interior al que nos solemos someter desde que nos levantamos a veces da miedo. Si yo viese que a una amiga, a un compañero de trabajo que le tratasen así hablaría de bulling y acoso laboral. En cambio, como esos juicios ocurren a solas y en nuestra cabeza  no  pasa nada.

Somos resistentes, es lo normal, siempre ha pasado. Y sí. Somos resistente. Si, muy resistentes, demasiado quizás en este caso. Y sí, también es normal. Nuestro ego deja que eso ocurra  porque le da tanto miedo verse expuesto a que le saquemos de nuestra zona de confort que siempre tiene el mismo diálogo en nuestra cabeza, ni si quiera necesita cambiarlo porque nos para en seco con esas palabras. El juicio interior no hace ninguna inversión en marketing . Ni se esfuerza por mejorar ese diálogo, es como un disco rayado.  Y si. Siempre ha pasado, probablemente desde nuestra más tierna infancia, con diferentes situaciones. Hemos estado   como secuestradas (y secuestrados) por esa voz desde hace mucho mucho tiempo.

Y aunque seamos resistentes podemos aprovechar esa energía para otras cosas. Para crear proyectos que nos ilusionen, para el poner la fuerza necesaria enun proyecto nuevo, para ilusionarnos cuando las cosas no salen. Para llenarnos de optimismo.Y no para aguantar esa odiosa vocecita que no nos deja vivir la vida con la que soñamos.

Y aunque sea normal no tiene porque  ser lo mejor. Simplemente está ahí, como un mecanismo de defensa, solo que en lugar de defendernos lo que hace es frenarnos ante la vida, ante nuestro desarrollo profesional. Nos frena a soltar todo nuestro potencial.

Y aunque esa voz nos haya acompañado siempre. Que esa voz se haya convertido en una compañera habitual tenemos que atrevernos a decirla: bye bye my friend. Hasta otra, que si, que eres una habitual pero ya sé por donde vas y lo que pretendes, y me parece perfecto. Pero tengo mi voz propia y te digo bye bye. Tomároslo a broma, pero entablar ese diálogo interior es una herramienta clave para dejar de escucharla.

Y mi pregunta es ¿ Porque vivir encerradas en ese mundo que nos crea esa vocecita tan odiosa?

otros post que espero que te gusten y te sirvan