En casa…comenzando a construir.

Tercera semana, la verdad es que a veces tengo la sensación de que el tiempo pasa   lentamente y no tengo claro que día de la semana es.  Tengo la sensación de fue   hace una eternidad cuando  iba y venía a la calle: llevar a los niños al colegio y hablar con las madres, ir al coworking, mis clases de yoga, mis baños en la playa, los desayunos con talento,  ir de compras, ver los árboles en flor por las calles de Santa Cruz de Tenerife, los fines de semana al aire libre…. Creo que estas semanas he pasado por diferentes etapas y aunque he tenido momentos más tristes por suerte suelo ser bastante optimista y ante situaciones difíciles me crezco… .  Me crezco y también pongo mis barreras para no dejarme llevar por las  noticias, opiniones y teorías que poco construyen y me bajan la moral…

No sé que ocurrirá cuando salgamos. Yo,  lo primero que voy a hacer es ir a la playa y darme un gran baño, de mar y de sol. Y ese día no pienso entrar en casa.

Ahora quiero  comenzar a construir, cuando todo lo que tenemos a nuestro alrededor parece que se está destruyendo. Comencemos a construir desde ya. Con la incertidumbre de no saber hacia donde. Construir desde dentro, desde nuestro interior

¿Cuáles van a ser nuestros valores? ¿Cómo me voy a adaptar al cambio? o más bien ¿cómo voy a crear esos cambios?

¿Y si comenzamos a hacer cambios?

A veces siento que cuando salgamos la situación va a ser diferente, por lo cuál ¿ por qué no adelantarnos? ahora tenemos tiempo, comencemos a construir.

  • Construir nuestra actitud: quizás sólo necesitemos fortalecer nuestra actitud, o quizás necesite un cambio, o  reforma, o algunas mejoras. Un actitud abierta y amplia, que nos ayude a avanzar, a construir. Agradecida, una actitud de superación. Que nos deje sacar los mejor de nosotros. Este blog tenía -y tiene- como misión dar ideas, herramientas, traer experiencias de otras personas que nos ayudan a desarrollar todo nuestro talento, todo nuestro potencial. Y ahora más que nunca tenemos que dejar salir todo nuestro potencial, todo nuestro talento.

El talento es aquello que ninguna otra personas puede hacer tan bien como nosotros. Es nuestra esencia, lo que nos hace únicos. Y el mundo nos necesita. Y el mundo es nuestra familia, nuestra pareja, nuetros hijos, padres, hermanos. Amigos. Vecinos. Puede que nuestro trabajo no se considere esencial. Pero las personas somos esenciales. Eso no nos lo puede impedir nadie. Somos esenciales.

  • Mente abierta. Siempre he intentado ir abriendo cada vez más mi mente, y siempre he descubierto espacios y situaciones en las que mi mente cerrada dominaba la situación. Al tiempo que escribo esto recuerdo  muchos mensajes  de personas con un trabajo que se considera “no  esencial”. Personas que su sueldo depende  de ese “no esencial” y aunque la situación es difícil,  necesitamos permitirnos abrir la mente. Las personas somos esenciales. Necesitamos nuestro tiempo, nuestro proceso interior, nuestras lágrimas y nuestro sufrimiento y… abrir la mente. Estos días leía un artículo que me pasó Paco, muy realista, pero con una gran dosis de abrir la mente, está en Medium : “Las Ocho Lecciones Emergentes de Otto Scharmer: Del Coronavirus a la Acción Climática”.
  • Abrir el corazón: todos podemos hablar de 1000 detalles de cariño que hemos sentido estos días. Vermuts familiares online, nuestra médico familiar que al volver de su trabajo para un momento delante de casa para lanzarnos un abrazo grande, la policía del puerto que se nos unió un día a las 7 de la tarde para aplaudir, el desayuno que nos prepararon los niños ( con Corito incluido a las 9:30 am), el “Gracias Tenerife” del crucero. Abrir el corazón, a los detalles, al contacto desde esta distancia. Abrir el corazón y mantenerlo abierto cuando esto acabe. Que esto no acabe al tiempo que finalice el estado de alarma. Que sea un principio.

Comencemos a construir, desde ya. Desde nuestra situación. De dentro hacia fuera. Saquemos nuestra mejor esencia. ¿Te animas?

 

 

 

———

Foto: Daan Stevens en Pexels