Cuando una idea no te deja en paz y además no estás feliz en tu trabajo

Hay ideas que llegan como una chispa. No sabes por qué, ni cómo, pero aparecen una y otra vez.

Mientras sigues trabajando, cumpliendo con tu día a día… esa idea sigue ahí.
Te imaginas haciéndola realidad.
Y a la vez, no sabes por dónde empezar.

Este post es para ti, si estás en ese punto:
🔹 sientes que tu trabajo ya no te llena
🔹 tienes una idea que te ilusiona
🔹 y no sabes si es una locura o una pista

Vamos paso a paso.

1. Escucha la idea, aunque no sepas qué hacer con ella

La mayoría de las ideas no llegan con instrucciones. Llegan con emoción. Con intuición. Y si esa idea te ha llegado a ti, es por algún motivo 🙂

Y muchas veces, lo primero que hacemos es dudar:
«¿Y si no es suficiente?», «¿Y si no vale para nada?», «¿Y si me estoy montando una película?» o «realmente ya lo hace todo el mundo»

No te pido que tomes decisiones. Solo que escuches. Escuchar también es acción. Y en esta etapa, es lo más importante.

2. Escribe lo que sabes (aunque pienses que es poco)

No hace falta tenerlo todo claro. Basta con capturar lo que ya está:

  • ¿De qué trata tu idea?
  • ¿Qué te emociona de ella?
  • ¿Qué ves cuando la imaginas funcionando?

Escribir es el primer paso para sacar la idea de tu cabeza y comenzar a verla con otros ojos.

3. Permítete jugar con ella

No tienes que dejar tu trabajo ni anunciar nada en redes. Solo juega con ella, en la intimidad

Solo empieza por probar:
💡 Habla de ello con alguien de confianza
💡 Investiga sobre ese tema
💡 Crea una versión pequeña, sencilla, sin presión

Jugar con una idea te permite descubrir si hay conexión real o era solo una ilusión pasajera. Y ambas cosas están bien. Porque ahora lo sabrás.

4. Conecta con otras personas que están en ese punto

Una idea florece más rápido cuando no la escondes.

Por eso los espacios donde compartir, explorar y verbalizar tu idea son tan poderosos. No porque te den una fórmula mágica, sino porque te recuerdan que no estás sola. Que lo que te pasa, también le pasa a otras.

Y eso… te da fuerza.

¿Y si esa idea fuera tu próxima vida?

No tienes que tener un plan perfecto. Ni ser experta. Ni tenerlo todo claro.

Solo necesitas hacerle caso a lo que ya late en ti. Y comenzar a caminar. Es un trabajo interior, de amor propio

Si quieres que te acompañe en ese proceso, tengo varios recursos pensados para mujeres como tú: con experiencia, con talento y con una idea que merece atención. Puedes empezar con el curso “La estrategia de elegirte” o solicitar una sesión de valoración estratégica gratuita.

Porque a veces, tu nueva historia comienza con una idea que decides no ignorar.