Se me está acumulando el trabajo en estos días y no había sacado un rato para escribiros…  lo estaba echando mucho en falta y aunque es tarde no quiero  retrasarlo., Tenía varios temas para hablar y he elegido  una rara señal que aunque la neguemos suele ser frecuente.

Esa sensanción en la que la esperanza está totalmente missing, la ilusión por un proyecto que quieres lograr se evaporó hace tiempo y todo lo ves negro muy negro. A mi me resulta familiar en algunos momentos, … no ahora, pero si he pasado por ella: cuando parece que todo se tuerce  y no hay forma de avanzar. A veces dura unas horas, en otras ocasiones son días y tambien está el formato espres de un rato de desesperación donde ninguna pieza encaja y Mafalda dice aquello de

que se pare el mundo que yo me bajo…

talento, desarrollo profesional

Esta tarde  mi hijo me contaba que había leído en un cuento que  para llegar a una meta había que superar obstáculos. El libro mostraba obstáculos físicos y me lié la manta a la cabeza y le expliqué que a veces también había obstáculos mentales.

Hay varios tipos, pero hoy le voy a dedicar el post a esas frases tan “dulces” que nos decimos en la intimidad. Son muy dañinas y cuanto antes las soltemos mejor.

Si te has caído y te has hecho un esguince y te has tenido que quedar en casa sin poder trabajar seguro que alguna amiga, tu hermana, tu madre tu pareja han ido a cuidarte. En cambio, si te has estado diciendo una cantidad de lindezas de esas que escuecen de verdad (aunque sólo haya sido un rato ) no habrás tenido un hombro donde reconfortarte. Te lo habrás dicho todo, se te habrá pasado  y habrás vuelto a la vida real, sonriendo como si no hubiera pasado nada. Es cierto que de vez en cuando nos podemos pegar nuestros desahogos… pero por algún extraño motivo, ese dolor lo solemos llevar más en silencio. Yo me lo guiso, yo me lo como.

Y ese diálogo interno es bastante tóxico. Nos decimos cosas que no diríamos a nadie. Un simple error que hemos cometido lo convertimos en motivo de una guerra mundial contra nosotras mismas.

 REMEDIOS CASEROS para ser más comprensivas con nosotras mismas.

Observa como te hablas. Igual todo esto no tiene nada que ver contigo y te tratas con cariño. Pero algo me dice que todos  tenemos un momento de sacar el látigo contra nosotros.

Mírate con más cariño. Te lo mereces. Porque aunque se te haya escapado   la mayor burrada o hayas cometido un error (que seguro no es tan grave)si consigues tratarte con más dulzura estarás aprendiendo.

– Cuando seas consciente de que te estás dando mucha leña, para. No sigas. Recuerda este post y regresa a él. Haz las paces contigo misma.

Escribir es  muy terapéutico ( y es muy relajante). Sí. Por que al escribirlo cambia tu perspectiva. Tu voz interior sale de tu cabeza y cuando llega al papel comienzas a darte cuenta de la tontería que tienes en la cabeza.

– Todo depende de cómo te lo cuentes: puede ser una desgracia absoluta o un punto de inflexión. Llámalo resiliencia, superación, reto. Recuerda que ese cambio de perspectiva solo lo puedes hacer tú. Yo desde el blog te animo, pero el compromiso es tuyo.

Y ese es uno de tus superpoderes. Poder elegir tus pensamientos, poder transformarlos. Poder cambiarlos. Y no para evitar los problemas, sino para crear otras soluciones. Deja que tu impulso creativo se encienda  y te  de ideas para cambiar ese diálogo interno que a veces se vuelve tan intensamente intenso.

#superpoderes,  los tienes. 😉

Otros post que pueden interesarte:

Podéis suscribiros a la newsletter. Cada domingo os enviaré vídeos, artículos, referencias de temas que os puedan interesar. Y con los que vais a disfrutar.