Los desayunos con talento surgieron con la idea de unir y conectar talento. El talento de personas que me iba encontrando por la vida, y que sabía que tenían mucho que aportar y que decir y que hacer y que construir. Así, en general, porque cada persona es única y especial.

Al primer desayuno vino María del Carmen Fernández Rubio, para mí, Maru. Recuerdo perfectamente cuando contó que en un momento de su vida dejó la empresa privada para “montárselo por su cuenta”. Creía en otra forma de trabajar, en “una vida libertina”, una forma que te permite trabajar, desarrollar todo tu lado profesional y, además, vivir. Sí, vivir: vivir momentos con tu familia, con tus amigos, disfrutar de tu tiempo libre. Es cierto que tiene un punto de riesgo, un punto que en ocasiones se hace demasiado grande y oscuro, pero también tiene mucha, mucha chispa de libertad, de felicidad, de consciencia. Realmente es muy gratificante ir construyendo un proyecto profesional en el que confiar y del que crees que puede ser realmente interesante para crecer profesionalmente y para aportar un granito de arena a la sociedad.

PERSONAS Y EMPRESA

 

Después de aquel Desayuno con Talento volví coincidir con Maru en el primer encuentro de Huella Humana que tuvimos en Tenerife y allí decidimos que teníamos que quedar para poder crear sinergias. Las 2 trabajamos temas que son de gran importancia para todas empresas que quieren seguir avanzando, creciendo, innovando. Y quedamos un día a desayunar en su casa: un té, unas pastas (caseras hechas por ella) y portátil y cuaderno en mano nos pusimos a ver cómo podíamos colaborar:

Las empresas necesitan mantener un alto nivel de competitividad en un entorno especialmente cambiante (VUCA lo llamamos ahora), necesitan eficiencia, calidad en sus productos, corregir errores, tomar decisiones orientadas a sus objetivos y una Controller como Maru les ayuda a reducir costes, mejorar la productividad y  la calidad.

La calidad, la productividad y la eficiencia se mejoran a través de diferentes procedimientos. Y esos procedimientos los llevan a cabo personas. Personas que si saben desarrollar al máximo su potencial, si saben liderar equipos, si saben gestionar el potencial, logran los objetivos de la empresa, se implican en la mejora de la calidad, dejan fluir la creatividad para generar innovación… Y ese es mi trabajo: sacar lo mejor de las personas. Gestionar el talento, entrenar habilidades de liderazgo, llevar a las personas a su esencia para que desarrollen todo su potencial.

Me gusta esa mezcla, la empresas tienen que lograr sus objetivos, tienen que ser rentables, generar beneficios, tienen que crecer. Y las empresas son personas, detrás de cada proceso hay una persona que lo ejecuta, detrás de cada innovación existe una persona creativa.

Detrás de un buen acuerdo hay una persona que lidera.

Empresa y Personas. Un binomio que suma y un binomio al que me sumo a trabajar con una gran profesional como es Maru Fernández Rubio.

Aquel té y aquellos mangos que me regaló fueron el comienzo de un proyecto que busca impulsar y mejorar las empresas en Canarias.