Sigue las pistas que deja tu talento
Muchas veces, cuando hablamos de “talento”, pensamos en algo lejano, casi inalcanzable. En alguien que ha triunfado. En una gran artista. En alguien con un don evidente.
Pero hoy quiero decirte algo importante: la palabra clave no es “talento”, es “tú”.
Porque no se trata de un talento cualquiera, se trata de tu talento.
El talento no es lo que te han contado
La palabra “talento” genera confusión.
Nos han hecho creer que solo tienen talento quienes destacan muchísimo en algo. Que necesitas haber nacido con un don especial, o ser una experta total en un tema complejo para tener “talento”.
Pero eso no es verdad.
Tu talento no tiene por qué ser espectacular a ojos del mundo. Lo verdaderamente valioso es que sea auténtico, tuyo, natural.
Cuando digo “tu talento”, hablo de ti
Hablar de “tu talento” es hablar de lo que ya está dentro de ti.
De eso que disfrutas.
De eso que te sale bien.
De eso que haces sin darte cuenta, pero que a los demás les llama la atención.
Por eso no digo “el talento”. Digo TU talento. Porque tú eres lo importante.
¿Cómo saber cuáles son las pistas de tu talento?
Te comparto algunas pistas para que empieces a reconocerlo:
- Es eso que haces de una forma muy tuya, como si tuviera tu firma.
- Es eso que otras personas valoran más que tú, porque para ti es natural.
- Es eso a lo que te encantaría poder dedicarle más tiempo.
- Es eso que te apasiona, pero siempre crees que “aún no estás lista”.
Si te suena, si algo se mueve por dentro al leer esto, ahí hay pista.
Tu talento quiere llevarte a otro lugar
A un lugar donde trabajes desde tu esencia.
Donde lo que haces tiene sentido porque nace de ti.
Donde dejas de buscar fuera y empiezas a mirar dentro.
Donde decides confiar en ti, en tu forma única de hacer las cosas.
¿Qué pistas te está dejando tu talento hoy?
Quizá te está diciendo que vuelvas a escribir.
Que retomes esa idea que dejaste para “cuando tengas tiempo”.
Que enseñes eso que sabes y disfrutas.
Que te lances, aunque no te sientas experta.
Porque no se trata de tener un don, sino de atreverte a usar lo que ya es tuyo.
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