Hay conversaciones que no solo inspiran: nos despiertan. Rompe con el mito de la superwoman. Te viene bien a ti y a las demás muejres
Eso es lo que ocurrió en el episodio del podcast La Cabaña, en el que hablé con Nerea Arana (@la_tia_mini) sobre los círculos de mujeres, la fuerza de lo colectivo y el acto valiente de atreverse a pedir.
Aquí te comparto 3 ideas esenciales que pueden transformar tu forma de mirarte y sostenerte.
1. Pedir no te debilita, te libera
Muchas veces cargamos con todo. Porque podemos. Porque sabemos. Porque nadie lo hará como nosotras.
Pero detrás de eso suele haber miedo: a molestar, a parecer débiles, a no estar a la altura.
En el episodio hablamos de lo difícil que puede ser pedir ayuda… y de cómo cada vez que lo hacemos, abrimos un espacio para el cuidado mutuo.
Pedir es un acto de confianza, no de carencia.
2. El círculo de mujeres: un espacio donde todas somos iguales
Nerea lo explicó con belleza: cuando las mujeres nos sentamos en círculo, no hay jerarquías.
Todas somos voz, todas somos escucha.
Los círculos de mujeres son espacios antiguos y modernos a la vez.
Un lugar donde podemos soltar el personaje, mirar a los ojos y recordar que no estamos solas.
Que ser fuertes no significa dejar de ser humanas.
3. Al unirnos, despertamos la sabiduría que llevamos dentro
Reunirnos no es un lujo. Es un acto ancestral.
Nuestras abuelas, nuestras ancestras, ya lo hacían: alrededor del río, del fuego, de la comida, del trabajo.
Cuando nos damos ese permiso, emerge una sabiduría dormida: intuición, escucha, guía, claridad.
Lo femenino se fortalece al compartirse.
¿Y tú, rompes el mito de la superwoman?
¿Cuándo fue la última vez que pediste algo que necesitabas?
¿Te das permiso para dejar de ser la superwoman?
Te invito a escucharlo en spotify si resuena contigo… quizás sea el momento de crear tu propio pequeño círculo.
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